lunes, 8 de octubre de 2012

Cuatro estaciones y algunos otros clichés

Dicen que, antes de decidir mudarse definitivamente a un país distinto al propio, uno debe pasar en ese posible destino por lo menos las cuatro estaciones y luego volver a 'casa' un tiempo, regresar al sitio y finalmente tomar la decisión.

Ya se cumple un año desde que nos trasladamos a este pequeño rincón del planeta. ¡Qué rápido pasan esas cuatro estaciones! Todavía estamos un tanto lejos de poder decir que tenemos una vida netamente estable, pero quizás vamos en camino hacia nuestras metas iniciales.

Sin ánimos de ofender, debo admitir algo que posiblemente suene inoportuno. He sido nómada desde temprana edad. Tal vez, por haber vivido ya en unos cuantos países, a veces pienso que la nacionalidad puede ser algo así como un hecho meramente geográfico, cosa que no es idea mía ni invento propio (desconozco al autor). No niego que como seres humanos, sociales en fin, tenemos necesidad de identificarnos con algo y con alguien. Posiblemente suene indiferente, pero no lo es. Me duele lo que pasa en Venezuela y no por coincidencia es donde he vivido la mayor parte de mi vida.

Por otro lado, también pienso que uno tiende a idealizar los lugares y las personas. Uno siempre piensa que el ayer fue mejor o que no había nada como aquel lugar. Egoísta tal vez, pero para mí, la 'casa' es al lado de mi pareja y nuestro plan de vida. Cada día lo veo más así.  No dejo de extrañar a la familia, a los amigos y a los lugares; todo ello forma parte de mi persona. Y a esa gente y a esos sitios los amo profundamente.

Pero siento que hay que trazarse su propio camino y hay que buscarse la vida que uno mismo desea para sí o la situación que más se le parezca. Yo estoy muy lejos de estar en las condiciones que quisiera, pero posiblemente esté un par de pasos más cerca que hace un año. He aprendido que tampoco puedo desgastarme en buscar concretar un determinado plan o perseguir ciegamente un destino porque es simplemente demasiado lo que acontece en interím. Lo decía Lennon en alguna canción, parafraseo: "La vida es aquello que pasa mientras nos dedicamos a planificar".

Pasaron cuatro estaciones, viajé a esos lugares y aquí me encuentro otra vez. Durante ese viaje, que no trajo más que agradables e inolvidables experiencias junto a gran parte de los nuestros, nos cayó una noticia inesperada o, mejor dicho, tan dilatada que había sido prácticamente olvidada. Es ahora muy probable que ni siquiera nos quedemos acá. Posiblemente sigamos dando vueltas por ahí; tal vez tengan que pasar otras cuatro estaciones más antes de echar raíces, pero estaremos juntos y, por absurdo y cursi que pudiera sonar, estaremos en 'casa'.

Félix