lunes, 18 de junio de 2012

Un terreno en Rotorua

Todo mayo se nos fue entrenando para el 3D Rotorua Multisport Festival. Sería un Duatlón todo terreno. Fue un buen reencuentro con la montañera y una buena oportunidad para seguir quitándonos el óxido.

Para esa prueba, tuvimos unas 4 semanas de preparación que nos llevaron a conocer otros parques de MTB acá en Auckland, correr por algunos de nuestros senderos favoritos y hasta hacer un viaje relámpago a Rotorua para conocer la ruta de la carrera. Es un sitio que ya habíamos visitado brevemente en plan de turismo y en el que para nada me molestaría vivir si se diera la oportunidad.

En sus senderos de ciclismo de montaña, todo está muy organizado y diseñado para que el que ruede realmente disfrute. Acá en la isla norte no hay gigantescos desniveles, ya que la isla sur se los llevó todos, pero los apasionados del MTB se las arreglan para hacer y mantener unas rutas que bien pudieran considerarse entre las mejores del mundo, especialmente para los que le gusta el "singletrack". 

Aquí cuelgo un pequeño video que hizo nuestro amigo Ben, entrenador de FitnessLocker, cuando fuimos los tres a reconocer la ruta de MTB en Rotorua, la Meca del ciclismo de montaña de la isla norte, una semana antes de la carrera.



Poco a poco, hemos retomado la confianza con la montañera. Por aquello de los entrenamientos para los ultramaratones y la inseguridad en nuestro país, nos habíamos apartado casi totalmente del ciclismo de montaña. Al estar acá en Nueva Zelanda, creo que no hay excusa para no hacer las cosas. Muchas veces nos tenemos que restringir un poco porque el presupuesto que tenemos como estudiantes no es abundante, pero hemos tratado de escoger bien las pruebas y aventuras. 

Así que llegó el día de la carrera. Participaríamos en el Duatlón, una prueba individual en la que nos tocaría rodar unos 30 kilómetros por unos senderos espectaculares para luego correr 12 kilómetros por impresionantes bosques de secoyas.

La salida de uno de los 20 eventos que se celebraron durante el Festival de Multisport en el Bosque Redwoods
Era un poco extraño no hacer una carrera en equipo ni tener previsto ir juntos, pero la opción por equipos era sólo para los que hicieran la carrera "Multisport" de 50 km, que era lo mismo que hacíamos nosotros pero con una remada de 8km para comenzar y que este año nuevamente la ganarían los Usshers (Elina y Richard, campeones del mundo en carreras de aventura y en multisport) en sus respectivas categorías. 

Desde un inicio las estrategias estaban claras. Mayde sólo quería tener una buena y consistente rodada para luego dejar el resto en la parte de carrera y yo estaba un poco ambicioso. Sabía que la ruta tendría secciones técnicas que presumía que me pudieran favorecer un poco y sabía que estaba corriendo mejor que en los últimos años en distancias cortas. Así que me dispuse a soltar los frenos en la bici y correr con todo en el trote y, tal vez, no llegar tan atrás en la general.

Lamentablemente, ni siquiera llegué a la parte de carrera. La primera subida en la bici me la tomé con calma para calentar bien y la segunda y más larga la hice con bastante estrategia, apretando el paso donde ya sabía que podía hacerlo (gracias al reconocimiento que hicimos la semana anterior). 

Al llegar al sendero técnico, pues me dispuse a ponerle bastante. En cuestión de pocos minutos había pasado a varios competidores y me sentía muy bien.  Llegó un momento en el que ya no pasaba gente y no oía bicicletas cerca y pensé que tal vez era que estaba aflojando el paso. Me dispuse a tratar de rodar aún más duro y arriesgar más, pero llegó un momento en el que sentí que ya estaba excediendo los límites de mi capacidad. No pasaron más de un par de minutos para que "comprara un terreno" en Rotorua.

Así fue. Al salir de una curva cerrada y agarrar una bajada en sentido opuesto, se me cruzó el volante y directo al piso fui a dar. Fue un golpe en seco: primero el casco y luego el hombro. Inmediatamente, intenté pararme y montarme en la bici, pero tan pronto lo hice el casco se me vino hacia adelante y el brazo derecho flaqueó, ambas pantorrillas se acalambraron y caí nuevamente al piso. Si fuera una comiquita, seguramente hubiera tenido unos pajaritos cantando y volando en círculo sobre la cabeza. 

Esperé un buen rato antes de que pasaran otros ciclistas y, con el camino despejado, intenté nuevamente seguir, pero me estaba costando y tuve que salir, medio caminando y medio rodando, del sendero y esperar otro poco más. Estuve un buen tiempo sentado mientras evaluaba la lesión y pensaba qué hacer. Ante todo me gusta terminar las carreras, salga o no el plan que me hubiera trazado antes. Aparentemente, no tenía nada roto, aparte del orgullo un poco resquebrajado, pero simplemente no podía apoyar el brazo en el manubrio. 

Decidí esperar otros minutos hasta que pasara Mayde y luego intentar seguir tras ella y llegar a la zona de transición juntos. Me puse a un costado para que no me viera al pasar y se preocupara, conversé con otro accidentado más que resultó ser un chef de la TV local y, cuando pasó la jefa, intenté seguir sólo para dar dos pedaleadas y pararme nuevamente. El dolor era peor. Alguien de la organización se me acercó y, con toda la pena del mundo y la rabia de cuando las cosas salen mal, me tuvieron que trasladar hasta la zona de llegada.

En resumidas cuentas, tengo una luxación acromioclavicular de 1er grado, es decir, una separación leve de hombro. Suena serio, pero no lo es. Tan sólo un poco de fisioterapia y un tiempito sin rodar y otro más sin caerme y quedaré como nuevo. De hecho, al escribir esto ya llevo dos semanas con el reto que nos trazamos para junio, sobre el cual contaré en la próxima entrada.

Mayde tuvo una carrera muy buena. En la bici no tuvo inconvenientes aunque me comentó que le pudo haber ido mejor. Yo creo que al terminar la ruta sin novedad y participar nuevamente en una carrera de MTB con una ruta técnica, después de casi 4 ó 5 años, ya fue un éxito. En el trote hizo lo suyo, recuperó unos cuantos puestos en su categoría y se sintió bien.


Para Mayde fue la culminación de un sólido ciclo de entrenamiento y para mí otro aprendizaje. La aventura continúa y, aunque levemente golpeado, estoy sumamente emocionado de ver cómo resultan los planes que estamos llevando a cabo este junio y que requieren nuevamente recorrer muchos kilómetros por el monte.


Félix
Pseudo Topógrafo Involuntario

4 comentarios:

  1. Bueno pana, que fino leer el blog y saber que ya vas mejor, aparte de meterme por un momento en el recorrido leyendo tu cuento, también aprendo nombres complicados de lesiones! Un abrazo y saludos a Mayde

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  2. Jajaja gracias, pana. Ojalá yo pudiera aprenderlos mejor sin tener que conocerlos de primera mano. Un abrazo y saludos a Mariana y al pana Sigfredo.

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  3. Epa, que bueno leer estas nuevas aventuras.

    Por un lado, buenísimo el video del entrenador. El sitio es espectacular.

    Por otro lado, que bueno que estan compitiendo y pasandola bien. Lastima que tuvieras que comprar ese terrenito en Rotorua y espero que te mejores pronto.

    Mayde, felicitaciones por la carrera. Siempre dando la talla.

    Les cuento que me acuerdo siempre de ustedes en mis entrenamientos. Estoy inscrito en en la CCC este año, y como ustedes saben, en los largos uno piesa en miles de cosas para mantenerse corriendo. En esos momento los recuerdo como inspiración. La verdad es que tengo miedo a lo que me espera, pero como dicen: Pa'lante es pa'lla.

    Un saludo y un abrazo para los dos.

    Armando

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  4. Épale Armando. De pana que el sitio es excelente. Impelable.

    Chamo, qué buena noticia lo de la CCC. Te deseo todo lo mejor y que la disfrutes. Chamonix es un paraíso y la carrera, pues hay que vivirla.

    ¡El miedo, mi pana, es lo que te va a llevar lejos y evitar que cometas demasiados errores! Estaremos pendientes. Un abrazo y saludos.

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